En el año 1080, Alfonso VIII, tras conquistar Cuenca a los Musulmanes, cedió terrenos del término municipal de Albaladejo del Cuende a los monjes Cistercienses del Monasterio de Santa María de Huerta (Soria). Dicha cesión está reflejada en un legajo que se conserva en los archivos de dicho monasterio, ocupado en la actualidad por una comunidad de monjes Cistercienses. Esta información indica que en aquella época, Albaladejo del Cuende ya contaba con un núcleo de población importante.

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 Hoy en día con la llegada de la industria Albaladejo del Cuende va perdiendo habitantes que marchan a las grandes ciudades a trabajar o estudiar. Sin embargo en la época estival vuelve a la vida al igual como en Semana Santa o Navidades. No quiere decir esto que no haya vida en el pueblo a lo largo del año porque sus costumbres y hábitos perduran en el tiempo.